QUE MAS ME DA.
¡Con ella todo, sin ella, nada!
Para qué viajes,
cielos, paisajes,
¡Qué importan soles en la jornada!
Que mas da
la ciudad loca, del mar rizada,
el valle plácido, la cima helada,
¡si ya conmigo mi amor no esta!
Que más me da...
Venecias, Romas, Vienas, Parices:
bellos sin duda, pero copiados
en sus celestes pupilas grises,
¡en sus divinos ojos rasgados!
Venecias, Romas, Vienas, Parices,
que mas me da
vuestra balumba febril y vana,
si de mi brazo no va mi Ana,
¡Si ya conmigo, mi amor no esta!
Qué mas me da...
Un rinconcito que en cualquier parte me
preste su abrigo;
un apartado refugio amigo,
donde pensar,
un libro austero que me conforte;
una esperanza de sea norte
de mi penar,
y un apacible morir sereno,
mientras mas pronto mas dulce y bueno:
¡que mejor cosa puedo anhelar!
Ha sido muy lindo leer la poesía
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